Esta semana, que ya ha empezado el mes de junio, quiero decirte algo sencillo pero importante: SONRÍE.

No, no pongas esta cara de póquer. 😉

A veces, tu sonrisa se esconde. Detrás del cansancio, de las prisas, de los «mamáaaa» constantes, de las discusiones por una camiseta equivocada o el desayuno que no quieren comer.

A veces te miras al espejo y no te reconoces. No por fuera, sino por dentro. Porque sientes que vives apagando fuegos, organizando rutinas, intentando hacerlo todo lo mejor posible… y, por el camino, se te va la alegría, se te va la ligereza. Se te olvidan los motivos por los que empezaste este viaje de la maternidad con tanta ilusión.

Hoy quiero decirte algo sencillo pero importante: SONRÍE.

No como una imposición, no como un disfraz. Sonríe porque puedes. Porque estás aquí. Porque, a pesar del caos, del ruido y del agotamiento, hay muchas cosas buenas que te rodean. A veces muy pequeñas, pero reales: una risa que se contagia, una manita que te busca, un “te quiero, mamá” inesperado, un ratito de silencio cuando por fin todos duermen.

La sonrisa no lo resuelve todo, pero lo cambia todo.

Tu energía, tu presencia, tu forma de mirar a tus hijos, incluso tu voz, se suavizan cuando sonríes. No porque todo esté bajo control, sino porque eliges conectar con la gratitud en medio de la vorágine del día a día.

Además, es contagiosa, tus hijos la sienten. Y, sin darte cuenta, estás enseñándoles algo muy poderoso: que la vida no tiene que ser perfecta para disfrutarla. Que podemos estar cansados, estresados o incluso al límite… y aún así, dejar espacio para una caricia, una sonrisa, una respiración profunda.

Así que, durante este mes de junio, que suele venir cargado de cierres, prisas, festivales y mil cosas en la cabeza, hazte ese regalo. Sonríe más. Agradece todo lo que sí que te va bien, que seguro que es más de lo que crees.

Sin que suene a topicazo, valora lo que tienes, aunque también haya cosas que te duelan, te falten o te cuesten.

Porque cuanto más agradeces, menos espacio queda para la queja.

Si, después de leer esto, crees que estás demasiado instalada en la queja, sonríes poco y te gustaría hacerlo de otra manera, reserva una e-reunión gratuita de 15min GRATIS conmigo, te escucharé y te explicaré cómo puedo acompañarte.

Estaré encantada de ayudarte. La Disciplina Positiva te cambiará la vida, ya verás.

Un abrazo fuerte,

María