Muchas veces me pasa que, durante las vacaciones, siento como que no aprovecho al máximo el tiempo con mis hijos. Es difícil de explicar: llevo meses esperando el verano, tengo muchas ganas de pasar tiempo juntos, en familia, pero luego los días pasan volando y me da la sensación de que no los puedo saborear del todo. ¿A ti también te pasa?
Me he dado cuenta de que esto ocurre porque tenemos demasiadas expectativas.
Con l@s niñ@s no hace falta hacer grandes planes, ell@s son felices con muy poco. Suena a tópico, pero realmente es así. ¿No recuerdas lo que disfrutabas de pequeña cuando buscabas bichos por el bosque con tu madre? ¿O cuando tu padre te hacía cosquillas en la cama y os reíais juntos durante un buen rato? Las cosas que más recordamos de mayores suelen ser momentos cotidianos, aparentemente poco importantes, pero que nos dejan huella.
Así que te aconsejo que rebajes tus expectativas y que aproveches esos pequeños momentos. Los puedes incluso bautizar como los “ratitos aquí y ahora” con tus hijos. El mindfulness está muy de moda, pero no es más que focalizar nuestra atención en el momento presente y para eso no nos hace falta ir a una clase de yoga de una hora ni meditar durante treinta minutos. Con dos minutos es suficiente.
¿Cómo lo puedes hacer? Pues dejando un ratito de lado las obligaciones y aprovechando momentos cotidianos de estos días de vacaciones que vais a disfrutar: mirar juntos el mar si estáis en la playa, escuchar los pájaros si estáis en la montaña, observar las nubes si estáis en el campo… o incluso mirar las abejas que vuelan de flor en flor en un parque en medio de la ciudad.
Sólo tienes que pedirles que se sienten a tu lado, que vais a vivir juntos un ratito muy especial. Les explicas que vais a estar en silencio para concentraros más, os dais la mano y… ya podéis disfrutar juntos de estos minutos. Si son dos, perfecto, por algo se empieza. Si son tres, aún mejor. Y si conseguís llegar a cinco, ¡genial! Sin grandes expectativas, sólo con un objetivo: parar y disfrutar.
Aunque tus hij@s sean pequeñ@s, puedes hacerlo. A partir del añito y medio o dos, ya te lo recomiendo. ¡Son mucho más capaces de parar y de imaginar de lo que te piensas! Y con más mayores, incluso con adolescentes, también generará un vínculo muy potente entre vosotros.
Te animo a que lo pruebes con tus hij@s estos días y, si te apetece responderme a este email y contarme qué tal os ha ido, estaré encantada. Nosotros esta mañana hemos estado tres minutos tumbados en un prado mirando cómo se movían las nubes y ha sido una pasada. Hemos disfrutado de la naturaleza, la tranquilidad y hemos generado una conexión preciosa entre nosotros.
Estoy segura de que, cuando sean mayores, recordarán nuestros «ratitos aquí y ahora» con mucho cariño.
Si quieres empezar las vacaciones de verano disfrutando de una maternidad con menos expectativas, puedo ayudarte. Podemos viajar juntas al nuevo mundo en el que descubrirás muchas más herramientas para educarles sintiéndote segura y con confianza.
Sólo tienes que reservar una e-reunión de 15min gratis conmigo.
Te escucharé y veremos cómo puedo ayudarte.
Un abrazo fuerte,
María