Mucha gente cree que los superpoderes no existen, que nadie los tiene, aparte de Batman y Spiderman. En cambio, yo creo que las madres y los padres sí que tenemos superpoderes. De hecho, tenemos dos. Quizás, incluso más, pero estos dos, seguro.

El gran superpoder que tenemos las madres y los padres es la dedicación. Tener un hij@ es increíble y significa ocuparse y preocuparse de una personita que depende totalmente de ti. Dicho así impacta, pero es cierto.

De acuerdo, los primeros años de vida l@s hij@s dependen de nosotros al 100% y, a media que van creciendo, van siendo cada vez más autónomos e independientes, pero siempre estarán muy vinculados a nosotros y, si construimos una relación sana con ellos, nos seguirán necesitando cerca.

Dedicarnos a nuestros hijos requiere jugar con ellos, contarles cuentos, pasear, ir de excursión, llevarles al cole, irles a buscar, ayudarles con los deberes, invitar a sus amigos a casa y un larguísimo etcétera.

La dedicación es, en resumen, pasar tiempo con ellos y ayudarles en todo lo que podamos (y más) y es algo que viene de serie. Es decir, cuando nos convertimos en m(p)adres, ya asumimos y aceptamos que nos vamos a dedicar a nuestros hijos y lo hacemos con ilusión.

El segundo superpoder es la paciencia y ya no viene tan de serie, tenemos que trabajarla mucho más.

¿Qué ocurre con la paciencia? Pues que, aunque todos hemos deseado en algún momento conseguir lo que queremos rápido y fácil, no hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere unas buenas semillas, un buen abono y un riego adecuado. También es obvio que los que cultivan la tierra no se impacientan frente a la semilla sembrada gritándole con todas sus fuerzas ¡crece, por favor!

Las madres y los padres, aparte de hijos, tenemos muchos otros aspectos en nuestra vida que también nos requieren tiempo y dedicación (pareja, trabajo, resto de la familia, amigos, aficiones, ocio, etc). Es complicado encontrar un espacio para todo y a veces nos desesperamos. ¿Por qué crees que nos pasa eso? Porque nuestra paciencia se agota.

¿Sabes por qué? Porque somos como una botella que, en condiciones normales, estamos llenos de agua hasta la mitad, más o menos. La vida y el día a día es un grifo que va sacando agua. Esta agua va llenando nuestra botella, unas veces más despacio y otras más deprisa. Puede ocurrir que a la botella (nosotros) ya no le quepa más agua y se desborde.

Lo has sentido más de una vez, ¿verdad? Son esos momentos en los que notas que tu mecha está muy corta, ya estás harto de tanto respirar hondo y de tanto intentar empatizar con tus hij@s. Deseas más que nunca tener el superpoder de la inmediatez, de conseguir lo que necesitas YA.

Si estás en este punto y notas que necesitas fortalecer la conexión con tus hijos y seguir aprendiendo en qué consiste la Disciplina Positiva, inscríbete a Familias en Órbita, el curso presencial de 4h que ofrezco a familias como la tuya.

No te preocupes si te has informado y has leído mucho pero no sabes por dónde empezar. Serán 4h muy bien invertidas en las que aprenderás herramientas educativas y prácticas y cómo empezar a aplicarlas en la educación de tus hijos.

¡Me encantará verte ahí!

Un abrazo fuerte,

María