El otro día, en una sesión individual, una mamá me dijo: «es que mi hija se porta fatal, ya ni los castigos me funcionan». Yo le respondí con una frase que me encanta del famosísimo escritor y orador estadounidense Tony Robbins, que dice: Si haces lo que siempre has hecho, llegarás donde siempre has llegado. 

Creo que es una cita muy apropiada para todas las madres y padres que tenemos interés en hacer las cosas diferentes, en educar a nuestr@s hij@s de otra manera, seguramente porque ya hemos probado la manera tradicional por activa y por pasiva y no nos funciona.

Les has amenazado tanto que las amenazas ya no te funcionan. Les has gritado tanto que los gritos ya no te funcionan. Les has castigado tanto que los castigos ya no te funcionan. Les has premiado tanto que los premios ya no te funcionan. Y encima, te sientes culpable.

Te sientes totalmente perdida, como si vivieras en un planeta gris, sin luz, con muchas tormentas y sin las condiciones adecuadas para vivir en armonía. ¿Te has sentido así alguna vez? ¿O quizás te sientes así ahora?

No te preocupes, esto tiene solución. Sigue leyendo.

¿Qué pasa cuando haces las cosas siempre igual? Que el resultado es el mismo, no cambia, así que no consigues nada diferente. Esto sirve para muchos ámbitos de la vida, entre ellos la educación de tus hij@s. ¿Cómo puedes pretender que tu hij@ actúe de otra manera si tú sigues tratándole igual que siempre?

Si quieres que el resultado sea diferente (dejar de sentirte frustrada y culpable y disfrutar mucho más de la infancia de tus hij@s) no puedes seguir haciendo lo mismo de siempre: reaccionar sin control y repetir los patrones de gritos, castigos, amenazas y premios.

Si quieres que el resultado sea diferente, debes hacer cosas diferentes.

¿Cuáles? Te voy a decir cuál es el top 5 de acciones que cambiaron a mi familia y que siguen ayudando a familias valientes cada día:

1. Cuídate tú para sentirte bien y poder cuidar a tus hij@s con más paciencia y respeto. Fíjate que esta la pongo la primera, porque nos cuesta mucho y es fundamental.

2. Habla mucho con tus hij@s. Una buena comunicación entre vosotros es la base para su seguridad y autoestima. Aunque sean pequeñ@s, no importa. Hablad, dialogad, compartid.

3. Ve el error como una oportunidad para aprender. No lo castigues, piensa cómo podéis mejorar.

4. Busca soluciones a los problemas junto con tus hij@s (en vez de culpables), consiguiendo que la familia seáis un equipo.

5. Ten siempre muy presente que educamos a largo plazo. Elimina la impaciencia de tu vida (que conste que, de todo lo que he ido aprendiendo a lo largo de los años, ¡esto ha sido lo más difícil para mí!).

Recuerda: el cambio empieza en ti. Esto puede fastidiarte o incomodarte, pero cuando estés dispuesta a hacer este cambio de mirada que defendemos desde la Disciplina Positiva, tu familia va a cambiar. ¡Y mucho, ya lo verás!

Si estás agobiada porque no sabes por dónde empezar este cambio de mirada, te entiendo perfectamente, yo también estuve ahí. Reserva una e-reunión gratuita de 15min conmigo, te escucharé y veremos cómo puedo ayudarte. Tienes el link en mi bio.

Si crees que es tu momento y este verano decides subirte conmigo en la nave, verás como mejora la relación con tus hij@s y dejas la frustración y la culpabilidad a un lado, porque te sentirás segura para guiarl@s hacia un futuro estelar.

Sólo tienes que reservar una e-reunión de 15min gratis conmigo.

Te escucharé y veremos cómo puedo ayudarte.

Un abrazo fuerte,

María