Hace un tiempo leí que la palabra mother está compuesta por m+other. Qué fuerte, incluso la propia palabra madre muestra que nos entregamos a los demás. De hecho, es muy habitual que las madres nos centremos en todo lo demás antes que en nosotras mismas: los hijos, la pareja, la familia, etc.
Ahora que acaba de empezar el mes de julio, creo que es un buen momento para replantearnos esta situación. Por dos motivos: primero, porque estamos justo a mitad de año y podemos aprovechar para pensar en lo que queremos mejorar de cara a la segunda parte del año. Después, porque empiezan (o pronto empezarán) nuestras vacaciones y tendremos más tiempo para pensar y para disfrutar.
¿Verdad que si quedas con una amiga y la ves estresada y sobrepasada le aconsejarás que vaya a caminar, que lea, que vea una serie o que haga deporte? Pues sería ideal que hicieras lo mismo contigo, porque eres tu mejor amiga (o deberías serlo).
Ahora viene el primer obstáculo: si lo haces, te sientes egoísta, ¿verdad?. Pues ten muy claro que no lo eres, porque necesitas cuidarte. Tú también estás de vacaciones y necesitas cargar tus pilas. No puede ser que termines las vacaciones más cansada de lo que las empezaste, ¿y cuántas veces te ha pasado?
El autocuidado es una palabra que está como muy «de moda», pero no es más que un compromiso contigo misma de que vas a cuidarte. Siempre estás cuidando a tus hij@s, que obviamente son muy importantes, pero tú también eres muy importante. No lo olvides.
Puede ser que tengas una idea equivocada de lo que es cuidarte. No hace falta irte a un spa o viajar a un lugar paradisíaco. Si puedes y quieres hacerlo, adelante, que no te hará ningún mal, pero te recomiendo empezar por pequeñas cosas, que son las que marcan la diferencia. Cuídate física, mental y espiritualmente: sal a andar, haz deporte, lee, escribe, haz un curso de algo que te interese, medita, estate un rato en silencio contigo misma, respira mientras escuchas música…
Como ves, no hace falta que sean grandes caprichos. De hecho, si nos organizamos algo muy especial y al final no podemos hacerlo, podemos frustrarnos, así que es mucho más recomendable dedicarte cada día un ratito a ti, aunque sea poco rato.
Cuidarte te da aire, te ayuda a sentirte bien contigo misma y es fundamental para vivir en equilibrio. Nadie puede hacerlo por ti, así que no es un acto egoísta, sino lleno de generosidad.
A mí, lo que me ha servido mucho es incluir mis tiempos de autocuidado en la agenda diaria, y en vacaciones, todavía más. Que no sea sólo «me escapo corriendo cuando nadie se da cuenta», sino que cada día sepa a qué hora tendré mi ratito libre para llenarme de buena energía. Piensa que para dar lo mejor de ti, necesitas estar bien, así que adelante.
Cuando empieces las vacaciones, coge tu agenda y resérvate un tiempo cada día para ti para disfrutar de actividades que te gusten. Dependiendo de la edad que tengan tus hij@s, ese ratito será más corto o más largo, pero tiene que existir. Notarás que ganas paciencia y autocontrol y evitarás que, conforme avancen las vacaciones, empieces a saltar a la mínima porque ya no puedas más.
Recuerda que es muy necesario quererte y cuidarte a ti misma, porque no se puede dar aquello que no se tiene.
En el curso presencial Familias en Órbita hablamos largo y tendido del autocuidado, porque es fundamental para educar a tus hij@s con paciencia e ilusión. Si crees que la educación de tus hijos y tu ambiente familiar merecen ese tiempo, apúntate y resérvate una mañana.
Para inscribirte haz clic aquí.
¡Es el último curso que ofrezco antes de vacaciones, así que no pierdas la oportunidad!
¡Me encantará verte ahí!
Un abrazo fuerte,
María